viernes, 8 de mayo de 2015
Carlos Sánchez le dió el triunfo a River.
El volante uruguayo sigue de racha y gritó por primera vez ante Boca.
Acostumbrado a goles clave en los últimos tiempos, sus gritos en 2015 van en aumento, así como su rendimiento en los partidos más calientes. Ayer, en el Monumental, puso el 1-0 de penal, le sacó el invicto a Boca y tuvo un desahogo merecido en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores .
"Este es el gol más importante desde que estoy en River, porque ponerse esta camiseta y convertirle al rival tradicional es lo mejor que te puede pasar. El gol fue un desahogo, porque es el primero que le hago a Boca y es de esos que te dejan una marca. Es muy lindo convertirle al rival de toda la vida", agregó. Y reveló: "Lo que sí quiero reconocer es la confianza que me dieron mis compañeros para patear el penal, porque estaba nervioso antes de ejecutarlo y por eso buscaba acomodarme las medias".
Despedido con una ovación y el grito de guerra de "Uruguayo, uruguayo", su gol ya quedará en la historia grande de los River-Boca, más allá de cómo se defina la serie. En una temporada que lo acercó a la selección charrúa y lo ubicó entre los referentes riverplatenses, su juego y sus goles van en aumento.
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